Cómo preparar la mente y el cuerpo para el turismo de aventura después del invierno
La mejor parte del nuevo año para muchos de nosotros es ese momento en el que el invierno está en nuestro espejo retrovisor y la temporada de conducción está a la vista.
Llevamos meses esperando este momento, preparando nuestras motos, refrescando el equipo y planificando las rutas.
A la primera oportunidad disponible, será el momento de recoger nuestras cosas y salir a ese viaje de aventura que te mueres por hacer.
Antes de emprender ese viaje, hay que preparar una cosa más: Tú.
Puede que lleves un tiempo sin usar la moto. Tal vez te hayas dedicado a otras aficiones durante el invierno. ¿Estás mental y físicamente preparado para un viaje de aventura?
Preparemos nuestra mente y nuestro cuerpo para lo que está por venir. He aquí algunos consejos para recordar.
1. Comer bien
Es sorprendente lo mucho que responde tu cuerpo cuando le aportas los nutrientes adecuados. No estamos diciendo que renueves por completo tu dieta, pero ten en cuenta lo que comes porque puede que necesites una nutrición adecuada para sostenerte en algunos momentos de tu viaje.
Y cuando el cuerpo se siente bien, la mente seguro que le sigue. Eso es importante teniendo en cuenta la tarea que tenemos entre manos.
2. No te olvides de hidratarte
Es otra obviedad, pero a veces la gente lo olvida. La deshidratación no es una broma, y puede ser especialmente aterradora cuando se acerca sigilosamente. Si crees que estás bebiendo suficientes líquidos, nunca es mala idea beber más. La deshidratación puede agotarte poco a poco y hacer que pierdas la concentración.
Si la situación se agrava, la deshidratación puede causar graves daños a tu cuerpo, suponiendo que no hayas estrellado la moto. Bebe, bebe y bebe un poco más.
3. Ejercicio
No, no somos tu médico, pero en general, tener una buena salud física hará maravillas en una moto. Probablemente ya lo sepas, pero por si acaso algunos de vosotros sois completamente sedentarios durante los meses de invierno, este es vuestro recordatorio para poner vuestro cuerpo en movimiento de nuevo.
Es cierto que el turismo de aventura no es tan exigente desde el punto de vista físico, pero si te encuentras con una aventura mayor de la que esperabas (¿un desvío inesperado fuera de la carretera, quizás?), te alegrarás de tener la fuerza, la energía y la resistencia necesarias para concentrarte y manejar la moto.
4. Establecer objetivos realistas
Suponiendo que tu mente y tu cuerpo estén sanos y preparados, pasemos a los consejos prácticos. A menos que circunnavegar el mundo sea una rutina para ti, lo más probable es que abordar un viaje de aventura súper largo no sea una buena idea.
Tal vez esté oxidada. Tal vez la moto tenga un problema mecánico imprevisto. En cualquier caso, lo mejor es hacer una puesta a punto para asegurarse de que tanto la moto como el piloto están preparados. Sé honesto con lo que tú y/o tu máquina pueden hacer, y hazlo.
Incluso si ya estás en tu viaje, cambiar de objetivo a mitad de camino está bien. Las condiciones cambian. Las cosas suceden. Fija un nuevo objetivo y trabaja para conseguirlo.
5. Planificar, pero no demasiado
Siempre es una buena idea tener una ruta general en mente y contar con los elementos básicos que necesitarás, como comida, herramientas y refugio (si piensas acampar). Pero a veces, los mejores paseos son los que no esperabas hacer.
Ten una idea general en mente y luego deja que el camino y el viaje te lleven por donde quieran. Tal vez conozcas a nuevos amigos en el camino que tengan una ruta mejor trazada. Tal vez encuentres un nuevo camino que merezca la pena explorar. La cuestión es ser flexible, pero también conocer tus límites.
6. ¡Disfrútalo!
Deja de preocuparte por todas las cosas que podrías haber olvidado o por todo lo que podría salir mal. Una vez que las ruedas empiezan a girar, es hora de disfrutar del paisaje, dar la bienvenida a la temporada de conducción y acampada en moto y redescubrir la diversión que conlleva el turismo de aventura.
Es cierto que algo puede salir mal, pero hay que dejarse llevar por las circunstancias, esperar lo inesperado, ser flexible y estar preparado para afrontar las sorpresas y los obstáculos que se presenten. Cualquier viajero de aventura con experiencia te lo dirá: Esa es la gracia de todo esto.
El turismo de aventura es uno de los más divertidos sobre dos ruedas. Pero requiere un mínimo de preparación para el cuerpo y la mente.
Una vez que te colocas físicamente en el lugar adecuado, la moraleja de esta historia es ser flexible, inteligente y simplemente disfrutar del momento. ¡Feliz viaje!
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